Un tal Mario

En los años 70, Mario Mactas, destacado periodista de la revista Satiricón, se exilió en Barcelona debido a la represión política en Argentina. Su regreso introdujo una visión única sobre la actualidad, desafiando convenciones aún vigentes en la era digital.

Mario Mactas es un exiliado impenitente, un disconforme que compensa con sus modos de dandy la resignación a un mundo que ya no parece pertenecerle. Su elegancia le impide decirlo así, pero entre las cosas que faltan en la Argentina, acaso en el mundo, se cuenta “aquel periodismo” largamente perdido, la caída en una vulgaridad y una melancolía que se vuelven irrespirables. Mariana, la hija, lo sigue y obtiene recuerdos, quejas, anécdotas. A veces el tono baja, cuando Mario prefiere ejercer el pudor respecto de ciertos asuntos, y la película asume la forma de una puja de estilos: con la precisión de un fatalista, el hombre digiere el peso que le toca y embiste, regente feliz de las palabras, incluso de las no dichas. David Obarrio