Rosas aburridas

Bored Roses

En un pequeño pueblo del sur, Goku cumple 15 años. Un poco afectado por la llegada de su papá, pasa el día con sus amigos festejando en el recital de la banda heavy metal de su hermana, Adela.

Una película se hace con poco o con mucho. La directora Inés Urdinez simula no tener demasiado para hacer un corto que resulta ser un universo en el que no faltan constelaciones, maravillas secretas, detalles asombrosos. El mundo adolescente presentado sin sentimentalismos, pero también sin escándalo, sin severidad propia de una secretaría de minoridad: Rosas aburridas discurre con un tranco único, como si Urdinez inventara un lenguaje propio para sus personajes. Las eternas pasiones de los jóvenes –la puja entre un mundo interior aún por descubrirse y el deseo de comunidad– se ven reflejadas con una plasticidad asombrosa, que parece encontrar a cada paso una concreción cinematográfica precisa, como hecha a medida. David Obarrio