Pastrana

Mientras revive recuerdos e imágenes con la ayuda de sus amigos, Melissa recupera el pasado. La presencia inherente de Pastrana la ayuda a llenar el silencio dejado atrás y a obtener una comprensión más profunda del tiempo.

El estilo de Pastrana, ganador a mejor corto y mejor edición en el Festival de Brasilia, se impone con la prodigalidad de las causas perdidas, esas que se acometen con la audacia y la elegancia férrea de los conspiradores. Concebido como homenaje, carta de amistad o plegaria en la que el movimiento y la conciencia del presente llenan el vacío y la ausencia, el corto se conduce con una vitalidad luminosa que no renuncia a la voz providencial del dolor. El skate como emblema de un nuevo comienzo; el deporte como lengua perdida de Babel, promesa de una disciplina que es también el orgullo secreto de los sobrevivientes. Filmado como los dioses que saben filmar, Pastrana está animado por una gracia sobrenatural. David Obarrio