Licencia psiquiátrica

Psychiatry License

Clara invita a unas compañeras del trabajo a merendar a su casa. Una de ellas descubre algo que dará inicio a una discusión que pondrá en riesgo su amistad.

La directora Violeta Montoya crea una breve pieza cómica en la que la conversación es el veneno con el que se forja la amistad o se destruye el mundo en un minuto. Con elementos mínimos a su disposición –una merienda servida, las amigas, la charla que picotea temas diversos–, Montoya sabe que todo puede pasar: el universo cabe en una inflexión de voz. Una información prodigada sin malicia es capaz de desatar el caos. La inestabilidad de la existencia abarca el trabajo o el deseo. Que las amigas estén interpretadas por hombres no cambia nada. En este corto divertidísimo todo puede pasar, incluso eso que ocurre cuando da la sensación de que hay cosas inalterables. Vengan, chicas, la mesa está puesta. Casandra Scaroni