¡Por las barbas de Jim Henson y la chequera de Roger Corman adaptando a Edgar Allan Poe! Abran paso a una vampira adaptación de Tolstoi (que ya había sido adaptada por Bava y actuada por Karloff en Las tres caras del miedo). Lejos del terror hipster que expira antes de llegar a las plataformas, lejos del grito circense para inflar la anemia del más fértil horror, llega la maravilla de Adrien Beau, alguien que entiende el diseño como una de las bellas artes, y cuyo relato late, despacio y seguro, al ritmo del espanto gótico (aquí rural y de época) con sangre de otras eras. Todas ellas vampiras, todas ellas tangibles y educadoras sentimentales, representadas en su máxima expresión por una marioneta fascinante de Gorcha (¡operada por el mismo Beau!). Juan Manuel Domínguez
