Boi de conchas

The Shell Covered Ox

Mientras llora la desaparición de su hermana, Rayane ayuda a su padre pescador y practica para el festival de música de su escuela, siempre y cuando no se convierta en buey, una desgracia que afecta a varios adolescentes de la zona.

Boi de conchas simula ser un coming of age sentido, ejecutado con la emoción justa, cuidada, con la hermana ausente de la protagonista como numen y un tono ligero de apocalipsis que es también interior. Con todo eso, sin embargo, también hace otra cosa. La pandemia como ominoso crimen perfecto, la tecnología a través de la que la angustia adolescente –ese repetido estigma de la era moderna– se propala, se amplifica, no encuentra consuelo. Daniel Barosa, el director, se conduce con un sigilo que anticipa la rebelión en cada fotograma, mientras su protagonista, maravillosa, luce la vanidosa indefensión de aquellos que, en verdad, resisten todas las tormentas porque poseen algo que nadie podrá quitarles: se tienen a sí mismos. David Obarrio