Animales que hablan

Animals That Speak

Un grupo de amigas se juntan a cenar para acompañar a una de ellas, quien padece una extraña enfermedad llamada “enamoramiento precoz”.

Esta es una comedia. Y es un delirio. Y es un disparate magnífico. Y es familiar hasta la mueca. Y abraza al ridículo, lo estruja y apuesta, y gana, y entremedio se lleva puesto todo a pura energía. No esperen mímesis ni corto de amigas, no esperen confesiones ni asuntos de género, minucias de la intimidad mal digerida o rictus de abrazos y yo-te-entiendo. O sí, porque está todo eso pero pasado por la centrifugadora de la personalidad más plena, de la libertad cinematográfica, del puro deseo, sin atender a imperativos que vengan a domesticar la celebración que se percibe detrás y trasciende la pantalla. Animales que hablan el lenguaje del cine para hacer (¡gracias!) lo que se les canta. Magdalena Arau