El infierno de los vivos

The Inferno of the Living

Mariana, de 15 años, escapa de la violencia de su hogar en Santa Fe. Se embarca en la búsqueda de su padre biológico y se refugia en un orfanato donde halla afecto en un familiar lejano. En su viaje por el interior de la provincia, descubre su fortaleza interior.

La empresa es compleja, lo que se decide contar se ubica en el centro de lo ominoso, y la puesta en escena decide confiar en su protagonista, en la profundidad de su voz y la verdad de su gesto; decide que puede sostener sobre ella la cámara y dotar de humanidad a un relato de los imposibles, de los que se suelen tramitar por omisión para despejar razones y dar comienzo a la aventura. Aún así, o gracias a todo esto, a esa honestidad y a esa valentía, la película deviene en fábula de luminosa anacronía, difícil de encuadrar en una época aunque sí en un espacio, el interior que se transforma en naturaleza rural, donde nuestra heroína conquista su libertad prescindiendo de los fracasos adultos y las mezquindades. Magdalena Arau