Entremés

Un joven actor de teatro siente celos cuando su novia, parte del elenco, tiene que darle un beso en escena a otro actor.

Empecé a trabajar en 16 mm y el primer corto completo, trabajado como un pequeño largo, lo terminé en 1966. Se llamaba Entremés, era un juego escénico de actores, y Federico Luppi hacía un papelito. Luego fue Horas extras, una historia lineal con elementos oníricos. Este corto fue al Festival de Oberhausen, sin mí, y volvió con el Diploma de Honor. El empleo casi dura lo que un mediometraje; mezcla sueños, fantasías, elementos inconscientes. Es un poco la historia del personaje femenino de Gente en Buenos Aires antes de ese film, cuando llega a la Capital. Lo mandé por correo a Cannes, sin conocer a nadie, y lo premiaron con la Medalla de Plata. Eva Landeck